La Profunda Relación entre Matzot y Mitzvot: Una Reflexión en Pascua

La Profunda Relación entre Matzot y Mitzvot: Una Reflexión en Pascua

 

La Profunda Relación entre Matzot y Mitzvot: Una Reflexión en Pascua

En la tradición hebrea, las palabras "matzot" (ácimos) y "mitzvot" (mandamientos) comparten las mismas consonantes en hebreo.

Esta similitud lingüística sugiere una conexión intrínseca entre los ácimos y los mandamientos. ¿Pero cuál es esta relación?

Así como en la celebración de la Pascua se nos ordena consumir solo pan ácimo, sin levadura, también se nos insta a obedecer los mandamientos de Dios sin añadir ni quitar nada (Deuteronomio 4:2; Apocalipsis 22:18).

Esta conexión nos recuerda que, al igual que no se añade levadura al pan, no debemos añadir nada a la Palabra de Dios, sino obedecerla fielmente.

La Advertencia de Jesús sobre la Levadura:

En Mateo 16:6-12, Jesús advierte a sus discípulos sobre la levadura de los fariseos y saduceos, refiriéndose a la enseñanza errónea y corrupta que desviaba a las personas de la verdadera fe y obediencia a Dios.

Esta advertencia resalta la importancia de mantenernos fieles a la enseñanza pura de Dios, sin permitir que la falsa doctrina contamine nuestra fe.

Una Fiesta de Libertad y Purificación:

En la celebración de la Pascua, además de conmemorar la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, también celebramos nuestra libertad del pecado y la muerte a través de la sangre del Mesías.

Al igual que eliminamos la levadura de nuestras casas y vidas como símbolo del pecado, también debemos desechar cualquier enseñanza que distorsione o corrompa la Palabra de Dios.

En esta temporada de Pascua, recordemos la profunda relación entre los ácimos y los mandamientos. 

Así como mantenemos nuestros panes libres de levadura, también debemos mantener nuestros corazones y mentes libres de toda enseñanza que desvíe nuestra obediencia a Dios.

Que esta reflexión nos inspire a vivir en pureza y fidelidad a la Palabra de Dios, celebrando la verdadera libertad que encontramos en nuestro Mesías.

¡Shalom!¡Shalom!

Regresar al blog

1 comentario

Que código!! Me encantó el post.
Cuanta verdad!

Marta Velázquez

Deja un comentario