Algunos comentarios que hemos recibido el año pasado, han alejado a muchos del instituto, aunque ofrecemos becas que cubren completamente el costo de lo que los profesores cobran, uno de estos comentarios lo cito textualmente:
«Hermano, ¿por qué cobras por enseñar, por qué pones un precio al don que Dios te dio? ¿no sabes que lo que recibiste por gracia, por gracia debes darlo? Es muy feo lo que estás haciendo, eso de cobrar por enseñar lo que será usado para el Señor, mejor es que no cobres y confíes Dios provee, créeme que sí, el Señor proveerá para todas tus necesidades si le entregas a Él ese don y no cobras».
El comentario se basa en un versículo que encontramos en Mateo 10:8, y cuyo contenido dice así:
«de gracia recibisteis, dad de gracia».
Ahora bien, con demasiada frecuencia me han citado el pasaje de Mateo 10:8 para enseñarme, reclamarme o cuestionarme el porqué cobro por algunas de mis clases cuando éstas ––según los «intérpretes de la ley» con los que me he encontrado––, debieran ser gratis ya que, y cito: «¡lo que de gracia recibisteis, de gracia debes dar!». Y con un pecho inflado cual paloma y una sonrisa cómplice creen que «me han redargüido de mi mala manera de vivir».
Si hasta un ex-alumno de teología me cuestionó duramente por lo que estoy haciendo, junto con los demas profesores, a él no le cabía en la cabeza que un teólogo como yo se dedicara a esto del coaching y el mentoring ––mis actuales profesiones–– y que menos aún me atreviera a cobrar por ello.
¿Pero saben qué es lo más curioso? Allá afuera, en el mundo de las organizaciones seculares donde también trabajo, nunca me han pedido descuentos, rebajas ni mucho menos que les de un seminario gratis, ellos asumen que el servicio prestado hay que pagarlo.
Nuestras clases y estudios bíblicos privadas son totalmente gratis, como iglesia local somos responsables de la formación de nuestros miembros, pero no de los miembros de otras iglesias o de aficionados al estudio bíblico.
Pocas iglesias cuentan con expertos en los diferentes campos teológicos (exegético, sistemático, histórico, y práctico).
Pocas iglesias tienen bibliotecas suficientes. Pocas iglesias pueden crear una comunidad de aprendizaje donde los alumnos reciben no solamente de sus maestros, sino los unos de los otros.
Por eso, soy partidario de que las iglesias locales deleguen gran parte de la formación académica para el ministerio a instituciones especialmente preparadas para llevarla acabo.
Si las familias suelen delegar la tarea de educar a sus hijos académicamente a los colegios, ¿por qué la iglesia no puede delegar parte de la tarea formativa de sus futuros líderes a los seminarios?
La formación teológica académica también puede ser aconsejable para personas que sirven en capacidades no docentes (p.ej., responsables de campamentos, trabajadores en ONGs cristianos, coordinadores de agencias misioneras, etc.). Incluso, puesto que las competencias que se enseñan en los seminarios y academias ministeriales normalmente tienen que ver con la lectura, la expresión oral y escrita, el pensamiento crítico y la impartición de una cosmovisión cristiana, una buena formación teológica puede servir como parte de la preparación para muchas otras vocaciones.
– INCONGRUENCIA: Los que citan Mateo 10:8 lo hacen a menudo para criticar a los cantantes cristianos, evangelistas, predicadores o maestros de Biblia que cobran por el servicio que prestan pues para ellos todo debería ser gratis, lo cual como sabemos es una quimera que sólo produce mal y no bien.
Lo que cobro es lo que me cobraron a mi por igual, el perfeccionamiento CUESTA.
y ME COSTO':
- Haber estudiado 10 años de teología en el extranjero y a distancia (donde estudié debí pagar cada uno de los meses que estuve allí: estudios, casa, comida, salud, cuentas generales, etc).
- Luego me especialicé dos años más en esto del coaching y mentoring, especialidades por las que debí pagar también.
- He comprado abundantes libros para hacerme más experto en el tema los cuales los venden, digo esto por si piensan que en las librerías los regalan.
- He debido comprar mis propias herramientas: computador, micrófonos, impresora, smartphone, etc. Nótese la palabra «comprar» porque si no lo sabes «en el mundo real» te cobran por estas cosas.
- Las horas de desvelo en mi oficina estudiando, escribiendo, meditando, pensando, también tienen un costo…
- Los cursos de idiomas bíblicos, he tenido que pagarlos, no fueron gratis, calcule usted, que tengo un C1, cuantas mensualidades tuve que pagar?por cada uno?
Lo que trato de enseñarles aquí es que ¡Todo en la vida tiene un precio! y Mateo 10:8 no dice lo contrario.
Pero en ciertos miembros de la iglesia se ha anclado la CULTURA DE LO GRATUITO, piensan que por ser cristianos se deberían hacer descuentos «a los de la familia de la fe» o mejor aún, no cobrarles nada por los servicios o productos de tu ministerio-emprendimiento. Si así fuera Cristo nunca hubiese dicho «dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Las personas que quieren todo gratis o que piden constantemente rebajas son mal intencionadas y abusan de la gracia. Fue el propio Pablo quien dijo, «¿abusaremos entonces de la gracia? en ninguna manera!» (Romanos 6:1).
Un seminario no es la iglesia. Jesús hizo la enseñanza y la formación parte de la Gran Comisión dada a su iglesia. Él amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella. A Él sea la gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todos los siglos.
Él ha puesto a algunos en la iglesia.
No se cobra por la salvación, por la predicación de la palabra.
El evangelio es Gratis.
La teología, los idiomas, los seminarios y otros recursos NO.
Las Escrituras no dicen una sola palabra sobre los seminarios, no solo porque aún no existían, sino también porque no son parte integral del plan de Dios para exaltar su nombre entre las naciones.
La iglesia, por su parte, es el plan de Dios para la evangelización mundial y el discipulado, y la formación de los miembros ha de ser gratuitamente y llevada a cabo por los lideres, eso es lo que hacemos como iglesia.
Dado que el seminario es una institución académica y no una iglesia, las clases del seminario se cobran a menos que dispongan de una beca que pueden solicitar en esta misma pagina, incluso si vienen de otras iglesias locales.
¿Dad de gracia lo que de gracia recibisteis? Sí, pero no abuses. No todo es gratuito…, ¡no te pases! Busca el equilibrio: Cobrar por todo no, querer todo gratis tampoco.
Gracia y Paz.
1 comentario
Cuanto te costo tu Salvacion? Pues la Sangre De nuestro Jesus, si aplico tu teoria , entonces págale a ver si toda la riqueza del mundo podria pagar lo que el Hizo…