Orden del culto

El orden del culto y Cena Del Señor

Cada ceremonia se dirige en cierto orden. Asimismo, nuestro culto a Dios tiene un orden.
El orden del culto no puede ser el mismo para todas las iglesias debido a ciertas circunstancias, pero la indicación estándar para el culto es la siguiente:
  1. —“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre, tales adoradores, busca que le adoren.
  2. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad, es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).
  3. “Hágase todo para edificación” (1 Corintios 14:26).“…
  4. Dios no es Dios de confusión, sino de paz” (1 Corintios 14:31).“…
  5. Hágase todo decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40).
  6. “Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu, estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo” (Colosenses 2:5).“…
  7. Para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 15:6).

Culto completo: 2 horas Aproximadamente.

Cena Ágape (Fraternal): 30 minutos o menos.

Cena del Señor: 30 minutos aproximadamente.

La cena del Señor debe realizarse cada primer día, antes del ministerio de predicación o estudio bíblico.

Exhortar a los miembros a ser puntuales, a no perder ninguna parte del servicio. Siendo el Dios que adoramos muy organizado en todas sus obras, deberíamos esforzarnos para imitarlo, y particularmente en la manera de rendirle loor.

La cena del Señor, no es la Mesa del señor.

“La Mesa del Señor” (1 Corintios 10:21) es un término simbólico que significa el terreno bíblico de comunión sobre el cual el Señor reúne a los cristianos a Su alrededor.
(No es una mesa física en la que los cristianos colocan los emblemas de la Cena del Señor en el partimiento del pan). 
Puesto que una “mesa” en la Escritura simboliza comunión, “la Mesa del Señor”se refiere a la comunión de los cristianos que el Señor formó. 
Es una comunión donde Él está en medio de aquellos que Él reunió para el culto y ministerio, y donde Su autoridad es reconocida y reverenciada en las acciones administrativas que ocurren en esa comunión. 
En verdad, la mesa del Señor es la única comunión entre los hombres a la cual los cristianos son llamados (1 Corintios 1:9). 
Todas las otras comuniones que los hombres hacen son divisivas, aunque hayan sido formadas con las mejores intenciones.
Un error común es confundir “la Mesa del Señor” (1 Corintios 10:21) con “la Cena del Señor” (1 Corintios 11:20, 11:23-26). 
Muchas veces, estos dos términos son usados ​​indistintamente como si no hubiera ninguna diferencia entre ellos, pero esto no es correcto. 
Como se ha mencionado, la Mesa del Señor es un término simbólico, mientras que la Cena del Señor es una ordenanza literal de la que los cristianos participan cuando recuerdan al Señor en Su muerte, en el parto del pan se incluyen breves expresiones de adoración.
La adoración se manifiesta por medio de la oración (Génesis 12:8; Nehemías 9), el sacrificio (Génesis 8:20), la ofrenda (Génesis 4:3; 1 Samuel 1:3; Deuteronomio 26:10; 1 Crónicas 16:29), la alabanza (2 Crónicas 7:3; Salmos 29:1-2; 86:9; 138:1-2), el canto (Salmos 66:4), la meditación (63:5-6), el temor reverente (Salmos 96:9), el ayuno (Nehemías 9:1-3; Lucas 2:37), la acción de gracias o agradecimiento (2 Crónicas 30:21-22), el acto de inclinarse (Salmos 95:6; 1 Crónicas 29:20) y el servicio (Deuteronomio 11:13; Josué 22:27).
Seguidamente, indicaremos el orden de esta última:

 

El Culto y La Cena del Señor.

 

  1. Concluida la comida o cena ÁGAPE de la “Mesa del Señor” se procede de inmediato a la celebración de la “Cena del Señor”.
  2. Es de suponerse que el encargado de administrar la “Cena del Señor” haya hecho de antemano todos los preparativos necesarios para efectuar este acto con el debido orden y la solemnidad que amerita. 
  3. Agradecimiento y presentación de los elementos.
  4. Himno después de la cena del Señor.
  5. Meditación Dirigida sobre la Muerte de JESÚS.
  6. Lecturas solemnes.
  7. Ofrendas, y oración por las mismas.
  8. Cánticos Congregacionales.
  9. Sermón-Monologo (si no hay ministerio libre).
  10. Oración para concluir la ceremonia.
  11. Anuncios y peticiones por los enfermos, etcétera, y la oración por las peticiones.
  12. Ministerio libre (charla bíblica colectiva, si no hubo monologo)

Predicación:

1) Se da la bienvenida a la comunión con Dios. 

  • I Corintios 1:10-13
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

2) Oración

Un hermano/a ora y todos los demás, Cierran sus ojos y oran a Dios  con una mente piadosa (Sal. 143:5);
  1. Esta oración se realiza en silencio por los demás miembros, (cámara activa) y cuando la oración finaliza, todos pueden tomar asiento, acomodarse según la circunstancia.
  2. El dirigente indica a todos los miembros que se alisten mentalmente, para la oración de abertura y que permanezcan así para la lectura del texto bíblico escogido para la ocasión y el mensaje.

3)Lectura de la Palabra.

Antes de iniciarse la reunión, el encargado de la lectura bíblica pregunta al predicador que si él quisiera que se leyera el pasaje seleccionado como fundamento para su mensaje. De responder él positivamente, se lee el pasaje dado por él.

  1. Si ya se le ha comunicado el mensaje, este puede buscar, por sí solo, versos que puedan corresponder al sermón.
  2. Si ya se le entregaron los textos bíblicos, solo ha de leerlos inmediatamente después de la oración de apertura.
  3. La lectura debe ser pausada y reflexiva.

4) Sermón-Monologo

El predicador entrega la palabra de Dios para que los miembros comprendan graciosamente la voluntad de Dios.
Si no comemos, tenemos hambre. Lo mismo sucede con nuestras almas.
Si no tenemos la comida espiritual, la palabra de Dios, nos volvemos débiles y enfermamos espiritualmente. Por ende, es muy importante que los miembros presten atención al sermón.
  1. El mensaje. De veinte a no más de treinta minutos.
  2. En verdad, veinte minutos se considera la duración ideal.

5) Entone un cántico nuevo para dar gloria a Dios

Entone un cántico nuevo a Dios, dándole gloria y agradeciendo su gracia (Ap. 5:13); o un cántico relacionado con el tema de la predicación, se realiza con todos los miembros de pie, o si a distancia, todos los miembros (cámara activa).
  1. Debe ser uno o dos cánticos espirituales sin instrumentos.
  2. Dirigidos por un hermano que sepa cantarlos con el tono y tiempo correctos.
  3. Encargar a más de un hermano a dirigir himnos en una reunión suele restar del espíritu de organización y disciplina vital para el “buen orden” y el hacerlo todo eficientemente.


    6) Invitación, llamado a la obediencia y arrepentimiento.

    El predicador hace el llamado a la obediencia al final de su mensaje, el mensaje no debe superar los 10 minutos, incluyendo la explicación concisa de los pasos de creer, arrepentirse, confesar el nombre de Cristo y bautizarse “para perdón de pecados” (Hechos 2:38).
    1. Su ministerio es dirigir el llamado de invitación, y no predicar un mini mensaje antes de dirigirlo.
    2. Oración para concluir el culto.